Risotto a la milanesa

Receta ↓ Ángela Solar

¡Disfruta de este Risotto a la milanesa! Una deliciosa combinación de arroz cremoso y sabores intensos de queso parmesano, cebolla y vino blanco. Los trozos de ternera salteados le dan un toque final milanés a este plato.

Ingredientes esenciales

Para preparar un auténtico risotto a la milanesa, necesitarás reunir estos ingredientes clave:

• Arroz arborio – Es el tipo de arroz perfecto para risottos, gracias a su alto contenido en almidón. Personalmente, prefiero usar arroz arborio italiano, ya que creo que tiene la mejor textura.
• Caldo de pollo o verduras – Un caldo casero es siempre lo mejor, pero si estás corto de tiempo, no dudes en usar uno comprado en la tienda. Yo siempre tengo caldo casero congelado listo para usar cuando necesito preparar un risotto rápidamente.
• Cebolla – Finamente picada, servirá como base para el sofrito y le dará un sabor suave y delicioso al risotto. No hay nada como el aroma de una cebolla pochada para empezar a cocinar.
• Mantequilla – Da cremosidad y sabor al risotto. Mi truco: utiliza mantequilla sin sal para controlar mejor el sabor final.
• Parmesano rallado – Añade sabor y ayuda a espesar el risotto. No escatimes en el queso, ¡es lo que hace que el risotto sea tan irresistible!
• Vino blanco – Su acidez realza los sabores del risotto. Yo prefiero usar un vino seco, como un Pinot Grigio o un Sauvignon Blanc, para obtener el mejor sabor.
• Aceite de oliva – Se utiliza para sofreír la cebolla y tostar el arroz. Opta por un aceite de oliva suave para que no domine el sabor del risotto.
• Sal y pimienta – Para sazonar el risotto al gusto. Recuerda que el caldo y el queso ya aportan sabor, así que sazona con precaución.

Preparación del caldo: el secreto de un risotto perfecto

Hoy vamos a hablar sobre el paso clave para conseguir un risotto a la milanesa delicioso y cremoso: la preparación del caldo.

Recuerdo cuando visité Milán por primera vez y probé el auténtico risotto en un pequeño restaurante familiar. ¡Fue amor a primera cuchara! Desde entonces, he estado perfeccionando mi técnica y he descubierto que el caldo es el secreto para un risotto perfecto.

Para el risotto a la milanesa, te recomiendo usar un caldo de pollo casero. El sabor rico y profundo del caldo de pollo casero realza los sabores del arroz y los demás ingredientes. Si no tienes tiempo de hacer tu propio caldo, no te preocupes, puedes usar un caldo de pollo de buena calidad comprado en la tienda.

Para preparar el caldo, hierve los huesos de pollo con agua, cebolla, zanahoria, apio y hierbas aromáticas durante al menos 1 hora. Luego, cuela el caldo y resérvalo para utilizarlo en la receta.

Un consejo importante: mantén el caldo caliente mientras cocinas el risotto. Agregar caldo frío al arroz hará que la cocción sea irregular y afectará la textura final del plato.

¡Ahora que sabes cómo preparar un caldo perfecto para tu risotto, estás listo para pasar a la siguiente sección!

Cocción del arroz: el secreto de un risotto perfecto

Ahora vamos a hablar sobre el paso clave para conseguir un risotto a la milanesa delicioso y cremoso: la cocción del arroz.

Utiliza arroz arborio, el tipo de arroz perfecto para risottos gracias a su alto contenido en almidón. Yo prefiero usar arroz arborio italiano, creo que tiene la mejor textura.

Antes de empezar a cocinar, tuesta el arroz en una sartén con un poco de aceite de oliva. Esto ayudará a que los granos de arroz se mantengan firmes y no se peguen entre sí.

Una vez que el arroz esté tostado, añade el vino blanco y deja que se evapore por completo. Luego, empieza a añadir el caldo caliente poco a poco, removiendo constantemente. Esto permitirá que el arroz absorba el caldo lentamente y desarrolle su característica textura cremosa.

El toque final: mantecatura

Llegó el momento de darle a nuestro risotto a la milanesa ese toque final cremoso y delicioso: la mantecatura.

La mantecatura es un paso crucial en la preparación del risotto. Consiste en añadir mantequilla y queso parmesano rallado al arroz cocido justo antes de servirlo.

Este proceso aporta una textura suave y cremosa que hace que el risotto sea irresistible. Yo siempre digo que la mantecatura es el "secreto milanés" para un risotto perfecto.

Para hacer la mantecatura, retira la sartén del fuego y agrega 50g de mantequilla y 50g de queso parmesano rallado al arroz. Mezcla suavemente hasta que ambos ingredientes se incorporen completamente.

Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir una pizca de nuez moscada recién rallada. ¡Es una combinación perfecta con el queso parmesano!